En un edificio de los años 70, el cliente pidió una renovación completa del apartamento y una redistribución que permitiera resaltar las amplias vistas al mar y aprovechar la doble orientación para aportar profundidad y luz.
Para poder disfrutar también en invierno, se colocó una chimenea en el centro de las dos ventanas, lo que permite contemplar el horizonte y el fuego al mismo tiempo.